En toda la costa asturiana se ha oído hablar mucho del home marín, especie de anfibio con aspecto vagamente humano que, en los días de temporal, buscaba el refugio de las grutas costeras. El home marín salía a menudo del mar para asaltar los hórreos, las huertas y los gallineros, y sentía una extraordinaria atracción por las hembras humanas. En la playa de La Franca, no lejos de Llanes, en la Asturia oriental, hubo un home marín que se refugiaba en una gran gruta que allí existe y que salía para buscar mozas y someterlas a sus lascivos impulsos. Un día, la gente de los alrededores logró cazarlo mediante redes y lazos, y lo llevaron a Pendueles, donde lo retuvieron. El home marín se negó a comer, y la falta de agua fue resecando su cuerpo hasta que murió a los pocos días.