Soto de los Infantes es un pueblo del concejo de Salas encajonado entre montañas a orillas del río Narcea y cuya fundación tiene tintes de leyenda.
En el pueblo de Soto todavía se pueden ver los lienzos de pared de un viejo palacio en ruinas.
La leyenda cuenta como este lugar era la casa de los Infantes de Carrión, quienes, tras la afrenta del robledal de Corpes en el que abusaron de las hijas del Cid Campeador, y temiendo la venganza del padre, se escaparon a Asturias a galope tendido.
Llegaron a un lugar que entonces era un refugio seguro, oculto entre montañas y bosques, con el río Narcea que aseguraba buena pesca y agua fresca.
Alrededor del palacio fue creciendo un pueblo que hoy es Soto de los Infantes.
Pero ésta no es la única leyenda que explica la fundación del pueblo. Hay otra que cuenta que en el palacio de Soto de los Infantes vivía una reina que en su primer parto tuvo siete hijos. La reina, asustada, metió a seis de los niños en una cesta y mandó a una criada que los arrojase al río y se quedó con un solo niño.
Camino del río la criada se encontró con el rey.
-¿Qué llevas ahí?
-Los perrinos que parió la perra.
-¡Enséñamelos!
-Non valen nada.
-Es igual. Quiero escoger uno para mí.
-Si son muy ruinucos, señor.
-No importa.
La criada no tuvo más remedio que confesar la verdad.
Entonces el rey cogió a los seis niños y buscó a seis nodrizas, y los mandó a un lugar lejano donde crecieron sanos y robustos. Pero no le dijo nada a la reina.
Con el paso de los años los infantes se hicieron unos mozos y con motivo de una fiesta celebrada en el palacio de Soto el rey los mandó llamar, ordenando a sus siervos que vistieran a los siete muchachos iguales. Lo mismo a los que rescató del río que al que se había quedado en casa.
Cuando la reina entró en el lugar de la fiesta, el rey le dijo:
-¡Mira! Ahí tienes siete muchachos iguales. Dime cuál es tu hijo.
La reina entonces se dio cuenta de lo que había pasado y se desmayó.
Incluso hay quien dice que se murió en el acto.
Según la tradición, esos siete niños serían después los Siete Infantes de Lara.