Las morrenas son formaciones de origen glaciar, y consisten en depósitos de rocas arrastrados en su momento por las lenguas de hielo que quedaron alineadas a los lados de estas formando verdaderos campos de rocas redondeadas de tamaño similar.
Pues bien, el Pedregal de Irimia es una morrena glaciar situada a unos tres o cuatro kilómetros de Meira en Lugo, subiendo hacia la sierra del mismo nombre.
En este punto, existe una surgencia de agua de caudal considerable, que puede escucharse durante todo el año fluir bajo estas rocas, pero que no se ve hasta que aflora en la parte baja de las mismas en lo que hoy la ciencia reconoce que es el nacimiento y la fuente más alta del rio Miño.
La leyenda dice que esas rocas son una multitud de pecadores que esperan ser purificados por el agua.