Se cuenta que en la profundidad de éstos montes catalanes se ocultaba un terrible dragón que devastaba la región, pues devoraba a la gente y arrasaba con sus aldeas. Aunque muchos, campesinos y caballeros, habían luchado contra la bestia para dar fin al terror, ninguno consiguió vencerla.
Había en el pueblo una hermosa doncella, de gran valentía y virtud, que no pudiendo soportar por más tiempo el horror que causaba el monstruo, decidió un día entregarse ella misma como sacrificio, para ver si así apalacaba su horrible furia. Pero de repente surgió como del cielo un caballero con una reluciente armadura blanca que consiguió vencer al dragón y salvar la vida de la joven, después de lo cual volvió a desaparecer.