En Suarías, en la Peña la Covatina (en Peñamellera Baja) vivía un Cúelebre que medía unos seis metros fue sorprendido por una mujer a la que le faltaban unas cabras. La bestia ya tenía la mitad del cabrito engullido. Los vecinos de Suarías acudieron, alertados, armados de escopetas y le dispararon aunque no consiguieron herirle, el Cuélebre se desenrosco y desapareció en su cueva, al día siguiente podía seguirse su rastro hasta otra cueva donde desaparece el agua del río Naverón.