Cuenta la tradición que en el año 1382 la imagen se apareció a una pastora, anunciándole que habría una incursión mora y que sin dilación sacasen las imágenes y vasos sagrados de la antigua iglesia del poblado de Aben Calez y los trasladasen a la fortaleza. Para dar testimonio de su presencia hizo brotar un manantial de agua conocido como pocito de Santa Marina, cuyas aguas se han venido utilizando hasta que se secó el manantial, para la curación de afecciones cutáneas.