Según cuenta la tradición, Pelayo -elegido rey en el mismo campo de batalla- recibió el aliento de la Virgen, que se apareció a los combatientes cristianos en el mismo punto donde actualmente está emplazado el santuario de Covadonga, vocablo que significa Cova-longa o Cueva-larga. La batalla fue ganada por los cristianos de Don Pelayo, quién no dudó en atribuir la victoria a la protección de la Virgen.
La tradición indica asimismo que, ya antes de la invasión árabe, se rendía culto a la Virgen en esta gruta, que se abre en una elevada roca. A la izquierda de este torrente se encuentra una fuente, llamada de los 7 caños, que según reza la leyenda popular, otorga matrimonio en un año a la persona que beba de todos sus caños (algunas personas afirman que se asegura el resultado si se hace sin respirar hasta haber terminado de beber de todos los caños). Algunas coplas populares nos lo recuerdan:
La Virgen de Covadonga
tiene una fuente muy clara;
la niña que de ella bebe
dentro del año se casa.
Al llegar a Covandonga
no bebas agua, morena,
si, como dijiste ayer
prefieres vivir soltera.