Se trata de una leyenda bastante extendida por Asturias, aunque con algunas variantes.
En el conceyu de Sumiedu se habla del Cuélebre de Balbrán. Cuentan que un poderoso señor tenía dos hijas. Una de ellas estaba destinada a casarse con un conde, la otra en cambio se hablaba a escondidas con un mozo del pueblo. Se enteró el padre de la moza y la encerró en una torre, pero aún así seguían viéndose desde el ventanal de la torre.
Enfurecido ordenó una leva y envió al mozo a la guerra contra los moros. En cuanto a su hija, la llevó a unas brujas para que la encantasen en castigo por haberle desobedecido. La llevaron a un monte con toda su dote y una vez allí una de las brujas comenzó a leer por un libro de Magia Negra. La propia cuerda con la que la moza estaba atada comenzó a enrollarse por su cuerpo y a tomar el aspecto de un cuélebre enorme destinado a guardar la dote de la muchacha y a ella misma, que quedó encerrada en una cueva. Mientras esto ocurría, su prometido había ganado suficientes honores en la guerra contra los moros como para volver victorioso a casa. Cuando se presentó en el palacio para pedir la mano de su prometida supo del encantamiento por boca de un criado de la casa. Recorrió varios montes buscándola en vano, hasta que, desesperado, se sentó y oyó a un pastor cantar:
"Moza que tas encantada
na Cueva de San Cibrán
vengo desencantate yo
la mañana de San Xuan"
Al preguntar al pastor, dijo que él había presenciado todo el encantamiento y que había oído decir a uno de los magos que solamente podría ser desencantada presentándose delante de la cueva la mañana de San Xuan armado de una lanza y cargado de reliquias. Dicho y hecho. Cuando llegó la fecha convenida esperó a pie firme en la Cueva de San Cibrán tal y como el pastor había dicho. Al salir el Cuélebre y alzarse delante de él lo atravesó con la lanza en el cuello. Quedando roto el encanto y muerto el guardián la moza quedó libre con su dote y pudieron casarse. Cuentan también que su padre murió ese mismo día.
Una versión muy interesante, y menos cruenta, de esta leyenda nos fue ofrecida en Naviegu en el conceyu de Cangas de Narcea, con el añadido además de explicarnos un topónimo del lugar. (Contado por José Suárez Fernándes 59 años, de ca`l Cullarín-Naviegu) (Recogido el 8-10-98).
En ella un cazador de Tresmonte estaba esperando en una braña, cuando vio llegar a un hombre a caballo. Atada a la cola del caballo iba una moza. Llegaron a un sitio, donde se pararon. Bajando del caballo el hombre comenzó a leer un libro, mientras la muchacha, a medida que iban pronunciándose las palabras se hundía en la tierra hasta que quedó fuera solamente su cabeza. Preguntó entonces al encantador que cómo saldría de allí. El contestó que en forma de serpiente al calentarse al sol, y al preguntar cómo podría ser desencantada, éste sentenció: "Cuando esta braña se siembre con sal". Acto seguido se marchó.
El cazador de Tresmonte volvió días después, sembró la tierra con sal y libró del encanto a la muchacha. Quedó la braña herma y desde entonces se la conoce como Saldepuesta.