También el río Ebro fue, para algunos estudiosos bíblicos, la vía que siguió el nieto de Noé, Túbal, tras el Diluvio Universal, después de que las aguas comenzaran a descender y se pudiera hacer pie en alguna cumbre pirenáica. Poblaciones de la ribera del Ebro como Velilla de Ebro, Gelsa, Pina, Escatrón, Sástago, Caspe, Zaragoza o Tarazona aparecen en ocasiones señaladas como colonias fundadas por Túbal. Pueblos y razas asociados a los ríos hay muchos, pues de siempre han sido los cauces canales de comunicación y colonización.