... Cristóbal Cansado y Antonio Gómez recogen testimonios en Talavera la Real que afirman que en la Fuente Vieja o Fuente del Caballo, vivía una hermosa sirena, que salía al caer la tarde a cantar.
Incluso había campesinos que agradecidos, porque la sirena les había regado sus huertas durante la noche, le dejaban en el brocal de la fuente pescado para que se alimentara. Y comprobaban a la mañana siguiente que sólo quedaban las espinas.
Los lugareños aún recuerdan como las mujeres embarazadas, acudían todos los días, al atardecer, “a tirarle la piedra a la sirena”. Y aún en los años cuarenta y cincuenta era frecuente que niños y niñas se acercaran a la fuente, cuando el sol comenzaba a esconderse, para intentar vislumbrar a la sirena.