...También se teme a otro genio que habita en lo más profundo del lago de Tabe y castiga a los paseantes que recorren las orillas diciendo palabras malsonantes o perturbando la calma de las aguas tirando piedras. Si eso sucede, inmediatamente una tormenta envuelve la montaña. En alguna ocasión un rayo ha golpeado al incrédulo.