...Similar origen parece tener la leyenda existente sobre la cueva de Cardaño de Arriba; dicen que, acabando ya los tiempos de la dominación, un joven moro y una joven cristiana se prometieron amor eterno por lo que hubieron de huir de sus familias; en el camino hacia el mar para embarcarse atravesaron una sierra y se encontraron con una laguna cuyas aguas transparentes atrajeron su atención. La joven se acercó imprudentemente y cayó en ellas, resultándole imposible a su acompañante rescatarla. Desesperado, caminó sin sentido, extraviado, hasta que llegó a una gruta cerca de Cardaño donde había una fuente; se dejó caer extenuado y, sin fuerzas ya, encomendó su alma al Dios de los cristianos. Un ángel bajó del cielo y le bautizó, teniendo las aguas del manantial, a partir de ese momento, propiedades curativas.