Quizás la historia cántabra más conocida sea la de San Vicente dela Barquera(pueblo precioso y que recomiendo que visitéis). En una cueva del acantilado, por el antiguo camino de Santillán de Boria (al cual se le denomina aún camino del cúlebre) habitaba una bestia terrible que amenazaba con asolar los campos si no se le entregaba una doncella virgen al año. Así cada año los aldeanos entregaban con pesar a sus hijas para que fueran devoradas por el monstruo. Le tocó el turno a una doncella que era una fervorosa cristiana. Ella rezó con fe y cuando el monstruo iba a devorarla apareció el apóstol Santiago montado en un caballo blanco. Cuando el gigantesco reptil vio al santo, sus escamas comenzaron a desprendérsele del cuerpo. Santiago le hirió entonces en el pecho y acabó con su vida. Aunque otras versiones de la leyenda afirman que en realidad no murió, sino que huyó a su guarida.
Según la leyenda, las herraduras del caballo de Santiago quedaron marcadas en la roca, y de hecho existe una marca junto a la cueva de Cúlebre en forma de herradura.